1. Reconociendo las vulnerabilidades que enfrenta América Latina y el Caribe ante el Cambio Climático y la necesidad de abordar y transversalizar la agenda climática desde una perspectiva regional con un enfoque centrado en el desarrollo sostenible, los Ministerios de Hacienda, Economía y Finanzas de América Latina y el Caribe, con la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), han establecido en 2022 la Plataforma Regional de Cambio Climático. Como hacedores de la política económica, fiscal y financiera, comprometidos con el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y el Acuerdo de París, el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, la Convención en Diversidad Biológica y el Marco Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, entre otros acuerdos de ámbito regional, tienen la responsabilidad de integrar estrategias de crecimiento y desarrollo, con políticas que permitan hacer frente a los desafíos globales de nuestra era, desde una perspectiva regional. Están comprometidos a explorar acciones e implementar políticas coordinadas, de acuerdo con las circunstancias nacionales, que tengan en cuenta las necesidades sociales de disminución de la pobreza y la desigualdad; la lucha contra el cambio climático; la pérdida y degradación de la naturaleza y su biodiversidad, entre otras.

2. América Latina y el Caribe contribuye marginalmente a las emisiones de Gases de Efecto Invernadero a nivel global y cuenta con un patrimonio natural que constituye un bien público global -abarcando alrededor del 50% de la biodiversidad mundial y donde el 47% del área total está cubierta por bosques -. Sin embargo, durante los últimos 30 años la región ha sufrido importantes pérdidas en materia de biodiversidad, ecosistemas, especies y su distribución geográfica, así como una considerable disminución de la superficie con cobertura boscosa. Esta situación exacerba grandes desafíos en materia social, en una de las regiones más desiguales del mundo, que incluye diversas dimensiones como la de género, racial y étnicas.

3. Reconociendo estas condiciones, las diversas responsabilidades y las circunstancias únicas de cada una de nuestras naciones, resaltan la importancia central del principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y capacidades respectivas, fortaleciendo el compromiso de crear un entorno propicio para la movilización de capitales hacia objetivos sostenibles y contribuir a un futuro bajo en carbono y resiliente con el clima. El compromiso es trabajar en conjunto, para avanzar en transiciones justas, equitativas y asequibles, que permitan lograr sociedades y economías más resilientes, proporcionando oportunidades equitativas para la ciudadanía, reduciendo el impacto ambiental, protegiendo la biodiversidad, minimizando las pérdidas y daños sobre los ecosistemas, generando un impacto social positivo y habilitando condiciones productivas para las comunidades en general.

4. Con estas premisas como punto de partida y por la transversalidad de la política económica, fiscal y financiera, los Ministerios de Hacienda, Economía y Finanzas, miembros de la Plataforma Regional de Cambio Climático, están trabajando para fortalecer la participación colaborativa y posicionamiento común en la comunidad internacional. Siendo conscientes de la relevancia que tiene la región y del papel que juegan como tomadores de decisiones, buscan confluir en sus posiciones, donde existan coincidencias para llevar una postura conjunta a foros regionales, globales e instancias de negociación internacional en las que están presentes. Confían en lograr resultados significativos y eficientes, consolidando a la región como referente en la materia.

5. Con el afán de continuar avanzando en el trabajo para fomentar las transiciones justas, equitativas y asequibles de las economías y de construir una posición común en materia de financiamiento sostenible, coinciden en los siguientes lineamientos:

•    Escalar el financiamiento climático y apoyar el establecimiento de la Nueva Meta Colectiva Cuantificada para el financiamiento climático (NCQG, por sus siglas en inglés).
Reconocen que el compromiso de financiamiento de los países desarrollados  de movilizar USD$100 mil millones anuales hasta el año 2025 para acción climática en los países en desarrollo es insuficiente y no ha sido alcanzado en la actualidad. Se estima que, para lograr los objetivos climáticos en los países en desarrollo, se requieren USD $2.4 billones por año a 2030 . Por lo tanto, apoyan el establecimiento de una Nueva Meta Colectiva Cuantificada por la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París, que sea más ambiciosa y esté alineada a las necesidades y prioridades de financiamiento de los países en vías de desarrollo e instamos a su cumplimiento.

•    Promover esfuerzos nacionales para avanzar en los compromisos climáticos
Se proponen, considerando las diferentes circunstancias nacionales, fortalecer las herramientas que permitan distinguir qué flujos financieros se consideran financiamiento climático, con el objetivo de fomentar las inversiones públicas y privadas en mitigación, adaptación al cambio climático y hacer frente a las pérdidas y daños, entendiendo que se trata de desafíos que evolucionan constantemente, y están
intrínsecamente vinculados entre sí.

•    Fomentar el acceso al Financiamiento Climático y de Biodiversidad, así como a los mecanismos financieros de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
En principio, explorarán líneas de trabajo que permitan mejorar la capacidad de acceso, fomentar la simplificación y armonización del procedimiento para acceder a los fondos para el Financiamiento Climático y de Biodiversidad, incluidas las entidades operativas del mecanismo financiero de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y fondos asociados a las Instituciones Financieras Internacionales. Igualmente, trabajarán para promover mecanismos financieros específicos que beneficien a la región y contemplen las particularidades de los países que participan. Esto incluye los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, conservación, manejo sustentable de los bosques, tales como REDD+, instrumentos de cobertura a la volatilidad del tipo de cambio, financiamiento concesional en moneda local para impulsar las finanzas mixtas y otros de propósitos específicos.

•    Reforzar el monitoreo del uso de los Fondos Climáticos y de Biodiversidad.
Está el compromiso de explorar líneas de trabajo para el diseño de lineamientos comunes de medición, reporteo y verificación (MRV) de los recursos provenientes tanto de los Fondos Climáticos y de Biodiversidad, como de fuentes públicas y privadas, destinados a financiar las acciones de mitigación, adaptación, pérdidas y daños y protección de la biodiversidad en nuestros países.

•    Apoyar una reforma de la Arquitectura Financiera Internacional
Fomentarán el avance de la reforma de la arquitectura financiera internacional, que promueva transiciones justas, equitativas y asequibles, apoyando el diseño e implementación de instrumentos de financiamiento a bajo costo y en condiciones favorables para solventar las necesidades económicas, sociales y ambientales de nuestra región. Esto implica, no solo aumentar la capacidad financiera de los bancos multilaterales de desarrollo, sino también fortalecer el modelo operativo para satisfacer las necesidades específicas de los países considerando sus diferentes niveles de ingresos y desarrollo. Esta reforma debe considerar los desafíos de deuda pública que afectan a la región. Además, es importante que asegure que la gobernanza de las instituciones financieras internacionales permita disminuir las desigualdades en cuanto a la representación de los países en desarrollo en la toma de decisiones financieras globales.

6. Hasta el momento, la Plataforma ha proporcionado el espacio para generar discusiones entre los países de la región. Se ha trabajado en el diseño de metodologías, herramientas y recomendaciones de políticas pioneras en materia de finanzas sostenibles y se ha adoptado un mecanismo de seguimiento de avances de la Plataforma para recabar el uso de los productos técnicos generados y cómo estos contribuyen a los en la agenda de sostenibilidad. Con ello, se elaborará un informe anual que será usado por los miembros de la Plataforma y como insumo de comunicaciones externas para mostrar nuestros avances.

7. En conclusión, los Ministerios de Hacienda, Economía y Finanzas de América Latina y el Caribe, miembros de la Plataforma, reconocen el compromiso de mantenerse unidos para trabajar a favor del desarrollo sostenible, la acción climática y la conservación de la biodiversidad. Mantienen posiciones comunes acerca de la necesidad de desarrollar instrumentos innovadores que ayuden a escalar y mejorar las condiciones del financiamiento sostenible, premien y promuevan la acción climática. Seguirán guiando las políticas públicas para lograr que las economías y la región avancen hacia un camino de desarrollo próspero y resiliente al clima.